SON MIS AMIGOS
Los reinones del Gays Club triunfan con la
organización de una cena de navidad diferente, arriesgada y decididamente petarda
Un año más el Gays Club prosiguió con su leyenda de diversión
y buenrrollismo, celebrando la tradicional Cena de Navidad, que va camino de
convertirse en una cita igual de especial e imprescindible que las Fiestas
Patronales de Barajas de Melo. Organizada por Charo y David, los reinones 2011,
la Cena resultó
todo un derroche de imaginación y riesgo, tanto en su puesta en escena como en
su desarrollo. El listón ha vuelto a colocarse muy alto para sus próximas
majestades, a elegir en septiembre de 2012.
Otra vez El lugar del
atardecer acogió a los gays en esta cita invernal, y otra vez el frío se
hizo ferozmente presente, en el primer bajonazo del termómetro de la temporada.
Esta vez, al menos, a Pablo no se le ocurrió escapar a la carrera, sin rumbo
conocido, en busca del enésimo paquete de trujas y poniendo en jaque su propia
existencia, tal y como hizo Jack Torrance al buscar a su hijo Danny en las
escenas finales de El resplandor. Salvo las salidas repentinas, pero
controladas, de Santos y Raquel, afectados por la chispa y el desboque, casi
todos los gays aguantaron como jaques hasta el final de la fiesta.
Los reinones recibieron a los invitados disfrazados de
Alaska y su marido, Mario Vaquerizo, en una suerte de photocall muy genuino y
que hizo las delicias de los muchos maricas que estarían encantados de salir
sonrientes en el cuore. Las imágenes fueron asunto de nuestro gay más
fotogénico, el Acto, que más que fotógrafo profesional se está convirtiendo en
protagonista profesional, puesto que siempre ocupa alguna posición relevante en
la foto de los periódicos del día. La última, detrás del nuevo presidente
Rajoy, el día de la investidura.
Tras el photocall, al que llegó tarde este periodistilla
haciendo buena la fama del oficio, comenzó a desarrollarse la cena propiamente
dicha. Charo y David apostaron por innovar y a fe que triunfaron: un catering
servido por Domingo Sánchez, de Tarancón, a base de pimientos rellenos de
bonito en escabeche, paté de ave con mermelada de tomate, bombón de foie con
cebolla confitada y caramelo de coca-cola, boquerones con salsa romescu,
salpicón de ternera con vinagreta de pistachos y carrillada de ternera al vino
tinto. Otro caldo rojo, Fontal, regó los manjares, subió los ánimos y enrojeció
las pupilas y los mofletes de los más torreznos. Finalmente, la siempre
imprescindible dulzura, que diría Rober: un soberbio bizcocho fluido de
chocolate con crema de zanahoria, que aunque perdió cierta rigidez con el
transcurso del tiempo, resultó una devastadora tentación.
Un brindis final con cava Anna, de Codorniú, y unos regalos
para los reinones en forma de bonitos retratos a partir de la foto con la que
nos felicitaron las fiestas sirvieron de conclusión de un primer acto imponente
que nos dejó lanzados en la rampa de la buena música y el petardeo hasta el
amanecer. Comenzaron a sucederse entonces los pinchadiscos, con especial
mención a los más profesionales, Miguel y Rober, que volvieron a volcar toda su
energía y su cultura musical sobre nuestros oídos, nuestro pasado y nuestros
sueños. Y entonces, gracias a esas melodías escuchadas una y mil veces, a esas
canciones míticas que nos definen y nos sustancian, pudimos volver a comprobar
que el Gays Club, aunque decline y languidezca, siempre será indestructible.
El tema final fue el mejor epílogo: Marta, Sebas, Guille y los demás, de Amaral, bailado a conciencia y
pleno pulmón por los reinones, metidos en su papel hasta los tuétanos y
cantando, convencidos: “Son mis amigos….” En efecto, somos vuestros amigos,
gracias a noches como ésta. Y llegados a estas alturas, es posible que lo
seamos para siempre. Aunque sea demasiado tiempo.
Estupenda crónica! ... Refleja perfectamente lo que vivimos el sábado pasado. Grandes momentos con mis amigos ...
ResponderEliminarSos quiero muncho !!!
MIGUEL.-
Excelente crónica. No obstante el autor olvidó citar el protagonismo de cierta mancha en la camisa...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz navidad
Vicente
Gracias chi@s por esa velada (lo que recuerdo de ella, claro)
ResponderEliminarmuchos besos, Charo
Ma'ncantado la cronica es como el "hola" de barajas solo ha faltado hablar de quien prestó los trajes de gala a los reinones. Gracias primo
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